Respecto a la extensión de la obra de mi padre nunca tendremos un número muy aproximado de su legado; poseo numerosos negativos viejos y dañados de donde he podido obtener imágenes de obra desconocida, fotos amarillentas de exposiciones sin ninguna referencia, imágenes de casas anónimas donde en una pared aparece un cuadro de mi padre o un edifico público donde se intuye otro, documentación de obra con títulos, fechas y medidas de obra de la que desconozco todo, permisos de exportación al extranjero de innumerable obra en los años 60 coincidiendo con su estancia en Madrid.
También tengo referencias confirmadas de innumerables obras destruidas; noticias de grandes murales, frescos, óleos y sobre todo pintura contemporánea me van llegando poco a poco de forma desoladora. Entiendo que la intranscendencia de la vida y obra de mi padre elimina el valor económico de su trabajo y esto a su vez la principal razón de su conservación.
A esto podemos añadir que mi padre fotografiaba poco su obra y debió salir mucha de su estudio sin ninguna pista que seguir salvo algún listado hecho con desgana sin nombres, direcciones ni teléfonos a los que llamar. A parte, mi padre era muy generoso y era fácil que cualquier visitante sin mucho pudor aceptara como regalo alguna obra de mi padre; recuerdo sobre todo dibujos y bocetos que nunca volví a ver al regresar a casa de mis estudios en Madrid.
En la media de lo posible en este espacio de la web iré colgando viejas fotografías y obra perdida con la esperanza de que su dueño o alguien que tenga referencias de ella se ponga en contacto conmigo para poder ponerla en valor como se merece.
Cada vez que veo estas fotografías me pregunto en que pared de salón estará colgado algún cuadro, me pregunto si en este mismo momento hay alguien en su sofá todavía admirándolo o si siente indiferencia, podría ser que esté en algún pasillo oscuro o guardado en algún trastero olvidado. Tal vez su primer propietario ya no viva y sus herederos ya no lo amen. Podría ser que ya no exista y las viejas fotografías sea lo único que queda del sueño de un artista.
Regarding the extent of my father's work we will never have a very approximate number of his legacy; I have numerous old and damaged negatives from where I have been able to obtain images of unknown work, yellowish photos of exhibitions without any reference, images of anonymous houses where a painting of my father appears on a wall or a public building where another is intuited, documentation of work with titles, dates and measures of work of which I do not know everything, export permits abroad of innumerable works in the 60s coinciding with his stay in Madrid.
I also have confirmed references to countless destroyed works; news of large murals, frescoes, oils and especially contemporary painting are gradually reaching me in a bleak way. I understand that the insignificance of my father's life and work eliminates the economic value of his work and this in turn the main reason for its preservation.
To this we can add that my father photographed his work little and had to leave his studio with no clue to follow except for some list made reluctantly without names, addresses or phones to call. In addition, my father was very generous and it was easy for any visitor without much shame to accept as a gift some work of my father; I remember above all drawings and sketches that I never saw again when I returned home from my studies in Madrid.
In the average of the possible in this space of the web I will be hanging old photographs and lost work in the hope that its owner or someone who has references of it will contact me to be able to put it in value as it deserves.
Every time I see these photographs I wonder on which living room wall a painting will be hanging, I wonder if at this very moment there is someone on his sofa still admiring him or if he feels indifference, it could be that he is in some dark corridor or stored in some forgotten storage room. Maybe his first owner is no longer alive and his heirs no longer love him. It could be that it no longer exists and the old photographs are the only thing left of an artist's dream.